Chuck Daly (1930-2009)

El año en Detroit está siendo funesto. A nivel social, la ciudad anda devastada por una crisis que se está llevando miles de empleos este año, especialmente en el sector de la automoción. A nivel deportivo, tuvieron que ver como, en su propia casa, North Carolina pegaba una tunda de campeonato a los paisanos de Michigan State en la Final de la NCAA. Su equipo profesional, los Detroit Pistons, hacían su peor campaña en casi una década y su único mérito fue clasificarse por los pelos para play-off para ser arrasados por LeBron y su banda por la vía rápida. Aparecen en todas las listas como protagonistas del peor trade del año (el de Iverson por Billups) y todo apunta a una dolorosa reestructuración este año, envueltos en mil rumores (como el de Hamilton o Prince por David West de New Orleans, que apuntaba aquí mismo CP3).

Y para colmo, dos de los mayores exponentes de su época más gloriosa (aparte de esta que ahora acaba), han fallecido con pocos meses de diferencia. Bill Davidson, su propietario desde 1974, fallecía el 13 de marzo. Y hoy fallecía, víctima de un cáncer de pancreas, Chuck Daly, el entrenador que convirtió a un equipo del furgón de cola de la NBA en un equipo que fue capaz de competir, y además ganando, con los Celtics de Bird, los Lakers de Magic y los Bulls de Jordan.

Sin haber destacado nunca como jugador, Chuck Daly empezó su carrera como entrenador sustituyendo al mítico Bob Cousy en la universidad de Boston College, a lo que siguió una exitosa carrera como entrenador de la universidad de Pennsylvania. No tuvo que cambiar de estado para vivir su primera experiencia en un banquillo NBA, ya que fue contratado en 1978 como entrenador asistente en Philadelphia 76ers. Su primera experiencia como head coach fue en Cleveland tres años después, aunque no llegó a acabar la temporada, víctima de un horrendo balance de 9-32. Tras una breve vuelta a Philadelphia llegó la oferta que cambiaría su vida, cuando Bill Davidson lo llamó para entrenar a Detroit Pistons. Era el año 1983.


El gran Chuck Daly

Desde que la franquicia llegó a Detroit en 1957, los Pistons nunca habían enlazado dos temporadas seguidas con balance positivo. Su status en la NBA era de franquicia de relleno y para representar a la liga en un estado de la importancia de Michigan. Todo cambió con Chuck Daly, que se encontró nada más llegar a tres jóvenes jugadores a los que supo ver su extraordinario potencial: Vinnie Johnson, Bill Laimbeer y el jugador sobre el que edificaría su legado: Isiah Thomas. Con una feroz defensa y un gran trabajo en equipo, Detroit empezaría a colarse en play-offs de forma asidua, con el añadido de un escolta al que ninguno de los 17 primeros equipos en elegir supo apreciar en el el draft de 1985 hasta que Detroit Pistons lo reclamó, su apodo era "El asesino silencioso", y su nombre Joe Dumars.

Boston dominaba su conferencia de forma insultante, con esporádicos asaltos infructuosos de los Hawks de Dominique Wilkins y de unos aún bisoños Bulls de Jordan, pero Detroit empezaba a asomar la cabeza. El aviso definitivo fue en la campaña 1986-87, cuando llegaron, via draft, dos jóvenes forwards llamados John Salley y Dennis Rodman, y la llegada de un veterano killer como Adrian Dantley. Eran las últimas piezas que necesitaba Chuck Daly para moldear su equipo. Las claves eran tres: la dirección magistral de Thomas, el trabajo en equipo llevado hasta sus últimas consecuencias y, sobretodo, una defensa agresiva llevada hasta el límite. Un apodo empezaba a sonar en las canchas por donde los jóvenes Pistons arrasaban, habían nacido los "Bad Boys".


Michael Jordan sabiendo de primera mano cómo se las gastaban en Detroit


Llegaron a la primera Final de Conferencia de la historia, donde perdieron en una durísima serie contra Boston por 4-3. La hegemonia de Boston mostraba signos de debilidad... y se derrumbó el siguiente año. Con la llegada de James Edwards, Detroit batió a los Celtics y se coló por primera vez en las finales de la NBA. En aquellas finales del 88, Detroit se enfrentó a los todopoderosos Lakers de Magic y Kareem. El principio de la serie apuntaba bien para los Bad Boys, con un 3-2 de ventaja para Detroit a falta de los dos últimos encuentros en Los Angeles. El 4-2 no llegó por culpa de decisiones arbitrales más que dudosas que evitaron que Detroit se llevara el primer partido. En especial, por culpa de una falta de Laimbeer sobre Kareem que sólo el arbitro vio y que permitió al pívot de los Lakers anotar dos tiros libres decisivos. Victoria de Los Angeles 103-102, que repitieron en el Game 7: 108-105. Más cerca imposible.

La temporada 88-89 presentó dos grandes novedades en Detroit. La primera fue el traspaso de un Dantley que estaba ya de capa caída por el no tan espectacular, pero más efectivo Mark Aguirre. La segunda, el traslado de Detroit al Palace de Auburn Hills. En su nueva casa, Chuck Daly y los suyos supieron que éste tenía que ser su año, y lo fue. Dominaron insultantemente su conferencia, y consiguieron la revancha total y completa ante unos Lakers que por primera vez se sintieron viejos. Fue la señal que Kareem Abdul-Jabaar entendió como la definitiva. Esa misma temporada se retiró.


Los chicos malos de Detroit

La 89-90 fue la temporada donde Celtics y Lakers confirmaron su decadencia, y dos franquicias emergentes amenazaban con tomar control en la liga: los Bulls de un Jordan cada vez más decisivo, y los frenéticos Blazers de Clyde Drexler. Pero no pudieron con el áspero estilo de juego de los Pistons de Chuck Daly. La genialidad de Jordan no pudo (aún) con ellos, y cayeron en unas históricas Finales de Conferencia que no se resolvieron hasta el último partido. Ante Portland, un Isiah Thomas en su mejor momento no permitió muchas alegrías a los Blazers. 4-1 con tres victorias seguidas como visitante, algo inédito.

Pero el empuje del mejor jugador de todos los tiempos acabó con la dinastia de Detroit. La franquicia que posiblemente había jugado mejor como bloque de la historia no pudo con un Jordan sencillamente magistral, y las Final de Conferencia perdida (y arrasada) a favor de Chicago acabaría con una época. Laimbeer y Thomas se retiraron, y los Salley, Edwards, Rodman y demás acabarían siendo traspasados. Sólo Dumars se quedó como puente hasta tiempos mejores (que acabarían llegando).

Chuck Daly dejaría su cargo en Detroit en 1992, para fichar por los New Jersey Nets, donde estaría dos temporadas sin demasiado brillo. Pero ese verano tuvo la oportunidad de llevar al mejor equipo de todos los tiempos. La primera selección estadounidense profesional que disputó una competición internacional. El original Dream Team que deleitó a todo el mundo en Barcelona'92. Nunca nadie tuvo el honor de entrenar a la vez a Magic, a Bird, a Jordan, a Barkley, a Stockton, a Karl Malone, a Ewing, a Drexler, a Robinson, a Mullin y a Pippen (¿Laettner? ¿Quién es ese?). Su trabajo era más difícil de lo que parece. Juntar egos de la inmensidad de Jordan, Barkley o Ewing y hacer a su equipo jugar como lo hicieron los Pistons del 89 y del 90, como un bloque. Lo consiguió con creces sin renunciar al espectáculo. Quien tuvo el placer de seguir aquella competición olímpica nunca lo podrá olvidar.


Chuck Daly en muy buena compañía


Tras dos pasos discretos por los banquillos NBA (los dos años mencionados en los Nets y otros dos en Orlando Magic), Chuck Daly dejaría definitivamente su faceta de entrenador y haría esporádicas incursiones como comentarista y analista, donde sorprendía ver como el entrenador de aquellos volcánicos, duros y hasta agresivos Bad Boys era un hombre de lo más afable y buena gente, sin palabras altisonantes ni afán de protagonismo. Quizás ese fue su secreto.

2 comentarios:

carcharoth dijo... / 10 de mayo de 2009, 1:42  

Me has emocionado Tikot, eres muy grande :)

RIP Chuck Daly

Anónimo dijo... / 14 de mayo de 2009, 11:13  

Impresionante de nuevo Tikot,ya figuras entre mis redactores favoritos,gran tayectoria la de Chuck Daly,para dirigir al mejor equipo de todos los tiempos,hay que saber algo de basket.
Encomiable su labor en los Pistons,equipo de leyenda sin duda(bad boys)les vi jugar y me acuerdo de todos los de la foto..no me acordaba de R.Mahorn..uno de los jugadores mas duros que ha pisado un parket.
Diegocia.

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