Se dice en la Gran Manzana que Mike d'Antoni está absolutamente enamorado del juego de Ricky Rubio, y no piensa esperar a que la suerte le conceda el número 1 del draft para tenerlo en el Madison el próximo año (un 2.8% de posibilidades de conseguirlo). En las oficinas de los Knicks lo tienen todo preparado para empezar a negociar con el equipo que tenga en sus manos elegirlo en el draft, y anunciar el trade la misma noche en la que David Stern le dé la mano. Nate Robinson, cuyas pretensiones económicas para cuando acabe contrato (en el calentito verano de 2010) no acaban de convencer al GM de los Knicks, Donnie Walsh, tiene todas las papeletas para ser utilizado como moneda de cambio
Algo parecido ocurre en Phoenix con Blake Griffin. Las posibilidades de nº1 son todavía más remotas (0.5% de posibilidades), pero los Suns sueñan con construir su futuro alrededor suyo. La contrapartida al equipo cuya gorra lleve Griffin al final de la noche del draft tendría un nombre: Amaré Stoudamire.
Igualmente, es raro que se produzcan trades tan exagerados la noche del draft. Además, las últimas experiencias aconsejan a los equipos que han conseguido los mejores picks conservarlos. Y si no, que se lo digan al maestro de malgastar buenas elecciones del draft: Mr. Kevin McHale. Traspasar a OJ Mayo a cambio de Kevin Love tiene delito, pero mandar a un tal Brandon Roy a Portland para quedarse con Randy Foye es para correrle a gorrazos por toda Minneapolis...
Kevin McHale, mejor jugador que directivo
1 comentarios:
Tremendo lo de McHale,dejando escapar a Roy..la historia esta llena de casos como este,mencion especial para los Blazers eigiendo a Sam Bowie por delante de Michael Jordan..de traca.
Diegocia.
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