John Wall, el futuro del futuro

El último número de la revista SLAM (la mejor revista americana, y no americana, de baloncesto) trae dos portadas a elegir. Una de ellas es tan excitatante (o casi) como si Megan Fox hubiera salido en bikini: Ricky Rubio y Brandon Jennings, los dos diamantes acabándose de pulir en Europa, codo con codo. Ambos bases son de lo más esperado en el otoño del 2009 pero... ¿y qué nos deparará el otoño del 2010?

Aparte de ver a LeBron en NY, a Wade en Chicago y a Bosh en Detroit (eso dicen por ahí...), el rostro más esperado para entonces estaba este mes en la portada de SLAM, John Wall. Su compañero en el reportaje era Lance Stephenson, otro de los mejores jugadores de High School de Estados Unidos, y que apunta más al draft del 2011 que al 2010. Pero el futuro de la NBA no puede esperar tanto a escribirse.

John Wall es un base-escolta de 1,93 con unas características físicas, para entendernos, similares a OJ Mayo, sólo que con un potencial todavía mayor. Juega en el instituto Word of God de Raleigh (North Carolina) y está actualmente decidiendo para que universidad jugará el próximo año. Por edad, podría entrar en este draft de este año ya que se perdió un año de instituto y tiene los 19 años reglamentarios cumplidos (es de la quinta de Ricky Rubio), pero Wall quiere pasar por la NCAA antes de saltar al profesionalismo. Sus opciones más fuertes son Duke y Baylor, que "casualmente" ha fichado al entrenador del equipo de John Wall como director de operaciones.

John Wall (izquierda) y Lance Stephenson, retando al futuro desde la portada de SLAM

John Wall hace absolutamente de todo. Quizás su ligero punto debil es el tiro, pero las demás facetas del juego las domina como ningún jugador de su edad. En ataque, sus entradas a canastas son demoledoras y encima con una visión del juego que le permite asistir a cualquier compañero que se encuentre desmarcado, lo cual es habitual teniendo que enfrentarse asiduamente a situaciones de 2 contra 1 o incluso 3 contra 1. Y en defensa, su 1,93 no le impiden taponar a jugadores que sobrepasan los 2 metros. Su potencia de salto es increible. Si midiera 10 centímetros más, las comparaciones que tendría que escuchar Wall se escribirían con tres mayúsculas: L-B-J...

Eso sí, no hay que perder de vista que estamos hablando de un jugador que aún está compitiendo contra chavales de instituto. La más dura NCAA ayudará a confirmar, o a disminuir, las tremendas expectativas que Wall está generando, pero quiénes saben de esto y lo han visto jugar dicen que es algo espectacular. La prueba, aquí la tenéis:

4 comentarios:

Tauchachol dijo... / 14 de mayo de 2009, 21:34  

Buen articulo, Walls pinta maneras de estrella desde luego.

Anónimo dijo... / 14 de mayo de 2009, 21:40  

Muy interesante,desde luego tiene muy buena pinta..y que muelles tiene el angelito.
Diegocia

carcharoth dijo... / 14 de mayo de 2009, 21:59  

ya había visto algo de este chico, pinta muy bien, pero ya se verá, no es el primer jugador de high school que pinta bien y se queda en el camino, pero sí que pinta bien bien ;) habrá que esperar a ver si vemos una nueva estrella ^^

muy bien tikot^^ xD

Anónimo dijo... / 12 de octubre de 2009, 19:58  

Anonimo 1
Vaya manejo de balón,vaya movimientos,vaya mates y sobre todo vaya tapones a tablero que se marca el chaval

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