Cuando el baloncesto se juega con pelotas de ping-pong...

14 pelotas de ping-pong numeradas. Ellas determinarán el futuro de la NBA mañana por la noche, y asignarán a los 14 equipos que no consiguieron plaza de play-offs su posición en el draft del día 25 de junio. No todas las grandes ligas americanas tienen ese sistema. La NFL de fútbol americano y la MLB de beisbol siguen a rajatabla la clasificación de la temporada anterior par asignar las posiciones (el peor equipo es el primero, el mejor es el último). Sólo la NHL de hockey sobre hielo y la NBA tienen una lotería del draft.

La decisión se tomó tras el draft de 1984, cuando varios equipos acusaron a Houston de perder partidos expresamente para ser el peor equipo de la liga, y así tener vía libre para seleccionar a la estrella universitaria local, Hakeem (entonces Akeem) Olajuwon. La NBA tomó la decisión de establecer una lotería previa para asignar las elecciones del draft de cara a evitar casos como el de los Rockets.

Olajuwon (para evitar confusiones, el alto) y David Stern... aquí comenzó todo

Pero en 1985 fue peor el remedio que la enfermedad. El eterno David Stern preparó un curioso sistema de elección. Los siete equipos que no llegaron a play-off, independientemente de su record, tendrían las mismas posibilidades de conseguir el número 1. La cosa funcionaba así: se metían 7 sobres con el logo de cada equipo en un bombo transparente, se daban unas vueltecitas, y Stern en persona sacaba los sobres en el orden que tendrían en el draft (primero el 1º, luego el 2º, etc). Era original y teóricamente justo, pero hubo un problema "técnico"

La perla del draft aquel año era Patrick Ewing, de quien se esperaba que fuera el pívot que recogiera el testigo de Mikan, de Rusell, de Chamberlain y de Kareem. Así pues, el número 1 era el diamante codiciado por los 7 equipos involucrados. El sorteo se televisó por la CBS y se llevó a cabo según lo previsto. Se pusieron los sobres en el bombo, se dieron unas vueltecitas, se sacaron y se asignó un orden a cada sobre. El problema "técnico" fue que uno de los sobres tenía una esquina ligeramente doblada, ese sobre fue "casualmente" el que se quedó el número 1 del draft, "casualmente" fue a parar a los New York Knicks, y "casualmente" su GM, el mítico ex-jugador Dave DeBusschere, apareció sonriente instantes después con una camiseta de los Knicks con el número 33 y el nombre de Ewing estampados en ella.

El famoso sorteo del sobre doblado lo podéis ver aquí. Fijaos en el sobre que se introduce en el bombo en el minuto 4:50 y en su esquina superior izquierda. Dentro estaba el logo de los Knicks. Al final, veréis también a DeBusschere enseñando orgulloso la camiseta de Pat Ewing.



La NBA tomó cartas en el asunto a su manera. Fue la primera, y última vez que el sorteo propiamente dicho fue televisado. También dolió que el peor equipo del año anterior, los Warriors, tuvieran que conformarse con el séptimo puesto (aunque al menos tuvieron el buen ojo de elegir a Chris Mullin). Otra curiosidad, el nº2 ganado por los Pacers sirvió para elegir a un nombre desgraciadamente de actualidad: Wayman Tisdale.

Dos años después, en 1987, se decidió que sólo se sortearian las tres primeras plazas, para que el peor equipo de la liga al menos pudiera quedarse con la cuarta elección del draft. En 1990, el sorteo dejó de ser puro y se empezó el sistema de "bolitas" para dar más posibilidades de conseguir el número 1 al peor equipo de la liga. Se daban 11 posibilidades al peor, 10 al segundo peor y así sucesivamente hasta llegar a 1 posibilidad al undécimo peor (que era el mejor equipo que no se clasificó para play-off). Pero hubo otro problema "técnico". En 1992 y 1993, el undécimo equipo fue el mismo, Orlando, y dio la maldita casualidad que se llevó los dos números 1 del draft (utilizados para Shaquille O'Neal y Chris Webber, luego traspasado a Golden State). Las posibilidades estadísticas de que eso ocurriera eran de, aproximadamente, 1 entre 5000. Pasó.

En 1994, se volvió a cambiar el sistema, y esta vez con más éxito. De hecho, es el sistema que se mantiene todavía vigente. Así funciona el tema: Previamente se asignan 1001 "códigos" de cuatro números (del 1 al 14) entre todos los equipos de la NBA, dependiendo de su clasificación en la temporada anterior. El peor equipo, por norma general, se queda casi el 25% de los códigos (250). Luego se meten 14 bolas de ping-pong, numeradas del 1 al 14, en un bombo. Se sacan cuatro bolas, sin importar el orden, y con ellas se forma el "código". Hay exactamente 1001 combinaciones estadísticas que se pueden extraer, que serán las que se repartieron previamente por cada equipo.

Como se ha dicho antes, el sorteo es a puerta cerrada, aunque con presencia lógicamente de los representantes de cada equipo participante en la lotería. Luego llega la ceremonia televisada para anunciar los resultados, pero con los delegados de cada franquicia ya conscientes de su destino, por lo que las emociones desbordadas de la primera elección están fuera de lugar. Aquí tenéis, a modo de ejemplo, el anuncio de los resultados de la lotería del draft de 2007 (el de Oden como número 1). Las caras de poker de todos los representantes son más que significativas. Por cierto, Adam Silver, el portavoz de la NBA que anuncia los resultados, es la mano derecha de David Stern y su más que probable sucesor en el cargo de comsionado. Recordad su nombre, que lo escucharéis a menudo.



Por último, estas son las posibilidades de cada equipo en el draft de mañana. Que las matemáticas (y los sobres doblados) les acompañen...

Sacramento 250 (sobre 1001)
Washington 178
LA Clippers 177
Oklahoma City 119
Minnesota 76
Memphis 75
Golden State 43
New York 28
Toronto 17
Milwaukee 10
New Jersey 9
Charlotte 7
Indiana 6
Phoenix 5

0 comentarios:

Publicar un comentario